Mitos de la vacuna contra el papiloma humano

Hace más de 10 años que se aprobó la vacuna contra el virus del papiloma humano, cuyo acrónimo es VPH. Desde entonces, se ha dado su implementación en los calendarios de vacunación a nivel internacional. Esta vacuna desde sus inicios vino acompañada de una gran polémica, sobre todo, en relación a su seguridad y efectividad. Hoy en día, gracias a que se han venido publicando estudios epidemiológicos, es posible despejar cualquier duda. Es por ello que, en las siguientes líneas te contamos más acerca de esta enfermedad y la vacuna que permite su erradicación. ¡Sigue leyendo!

¿Por qué se origina la vacuna contra el papiloma humano?
La creación de una vacuna que combate el virus del papiloma humano surge debido al gran problema que se presenta en la salud pública. Se trata de una enfermedad infecciosa que se transmite por el contacto sexual. Con una prevalencia global del 12% en mujeres y un 20% en hombres. Los valores pueden variar de acuerdo al país y al grupo socioeconómico al cual pertenece. El caso es que se trata de una enfermedad que afectaba cada vez a más personas.

El virus del papiloma humano no solo afecta a la piel y a las mucosas. En muchos casos, termina por inducir fuertes alteraciones en los tejidos, desde verrugas genitales hasta lesiones más graves como el cáncer. Dependiendo de la cepa de virus que se esté manejando, esta puede ser la causa del 100 % de los cánceres de cérvix; también conocido como cáncer del cuello uterino. Además del 90 % de los cánceres anales, 70 % vaginales, 50 % de pene, 40 % de vulva y entre un 13 a 72 % de los cánceres asociados a la boca y a la laringe. Entonces, es gracias a la preocupación latente por las consecuencias que acarrea esta enfermedad que la ciencia empieza a investigar e idear una vacuna contra ella.

Para el año 2006, específicamente en junio, se aprobó la primera vacuna contra el virus del papiloma humano. Esto permitió que, por primera vez se pudiera prevenir con eficiencia el desarrollo de las lesiones causadas por la infección del virus. A partir de entonces más de 68 países han adoptado programas de vacunación contra el VPH.

Una vacuna que trae consigo polémicas y dudas
Desde su implementación, son muchos los colectivos que han puesto en duda la seguridad y utilidad que presenta la vacuna. De hecho, se ha llegado al punto de crearse asociaciones de personas afectadas por la vacuna del Papiloma Humano. En la web se pueden hallar afirmaciones asociadas a un centenar de efectos secundarios, algunos tan graves que incluso, han dejado inválidos de por vida a personas, o peor aún, casos de supuesta muerte. Lo que sí está claro es que, las declaraciones contrastan enormemente con los datos obtenidos a lo largo de 10 años.

Otra de las afirmaciones más frecuentes es que la vacuna contra el virus del papiloma humano puede generar un incremento en los casos de cáncer, hecho que se contradice enormemente con las múltiples investigaciones realizadas por las instituciones científicas alrededor del mundo, las cuales han validado a la vacuna como una de las principales fuentes de prevención contra el cáncer de cérvix; marcando un gran avance en la medicina de la era actual.

Otros grupos contradictorios a la vacuna del virus del papiloma humano, suelen decir que los casos de cáncer ocasionados por la infección del virus son muy poco frecuentes, por lo tanto no ameritan ni tampoco justifican las campañas de vacunación. Curiosamente, se trata de un dato irrelevante si se analizan las cifras concretas dadas por algunas organizaciones de salud españolas, donde se demuestra que el cáncer de cérvix está en séptimo lugar entre los cánceres más frecuentes en todo el mundo donde el virus del papiloma humano solo es culpable del 5 % de ellos.

Un argumento que demuestra los beneficios
Un último argumento en contra de todas las investigaciones a favor de la vacuna contra el virus del papiloma humano procede de instituciones que tienen conflictos de intereses en relación a la vacuna, en realidad, existen estudios epidemiológicos realizados por entidades sin ningún tipo de intereses, pero otros no. Numerosos estudios australianos y europeos evalúan el impacto positivo que ha tenido la vacuna en la salud pública, marcando claros resultados de cómo la población ha salido beneficiada con la implementación de una buena campaña de vacunación; especialmente entre los jóvenes. Otro beneficio importante de la vacuna, es la disminución en la incidencia de enfermedades en mujeres que podían localizarse con regularidad en sus citas ginecológicas.

Estos datos son bastante importantes, ya que el daño tisular provocado por la infección del virus del papiloma humano puede convertirse exponencialmente en tumores cancerígenos, comprometiendo así, la vida de la persona. También, se ha detectado un impacto positivo en otros tipos de cáncer, los cuales están asociados al virus del papiloma humano; tal es el caso del cáncer de vulva, pene, ano, recto, vagina, cavidad oral y faringe.

Sin embargo, poco se habla de estos beneficios en cánceres localizados, puesto que el interés se ha enfocado casi exclusivamente en el cáncer de cuello uterino. La mayoría de las investigaciones realizadas, han fundamentado su información en el efecto profiláctico que presenta la vacuna en esta región, sin embargo, es demostrable que otros tipos de cánceres han sido prevenidos con la vacunación respectiva.

¡Generemos consciencia!
Pese a la necesidad de más información, los datos que se han obtenido hasta la fecha son muy positivos. Por lo tanto, si en un hipotético caso se consiguiera vacunar a la mayor parte de la población mundial se podría prevenir en un 90 % los casos de cánceres de cuello uterino. El inconveniente más agraviado y que impone una fuerte barrera, es que a nivel global la vacuna contra el VPH está muy poco difundida; Sólo el 3,5 % de las mujeres han sido vacunadas. Los expertos imponen una mayor cobertura de vacunación para disminuir las posibilidades de contagio.

Jamás es tarde para vacunarse frente al virus del papiloma humano. A pesar de tener una vida sexual activa o haber padecido con anterioridad la enfermedad, es una premisa donde muchos especialistas están de acuerdo. Es importante sacar de la ignorancia a las personas que erradamente piensan que la vacuna puede ser negativa. Debemos generar conciencia de que el VPH no es un juego y tampoco lo es ninguna otra enfermedad de transmisión sexual.

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