Un nuevo informe destaca el vínculo entre el alcohol y los trastornos cerebrales
El alcohol es un factor de riesgo para varios trastornos cerebrales y está estrechamente relacionado con las enfermedades mentales. Estos son los resultados del nuevo informe de investigación «El alcohol y el cerebro», elaborado por un grupo de investigación internacional. El 22 de febrero, el informe se presentará en el Parlamento Europeo, en un evento organizado por la eurodiputada Malin Björk, IOGT-NTO y el Consejo Europeo del Cerebro.
El informe de investigación “El alcohol y el cerebro” es una recopilación nueva y única de investigaciones sobre cómo el alcohol afecta al cerebro humano a lo largo de la vida. “En general, muestra que la salud del cerebro se beneficia al evitar el alcohol. Esto se aplica tanto al consumo ocasional como al consumo intensivo o regular a lo largo del tiempo” , afirma Sven Andréasson, médico jefe, profesor emérito de medicina social y uno de los autores del informe.
El alcohol aumenta el riesgo de sufrir enfermedades mentales
Estudios recientes muestran que las enfermedades mentales pueden ser causadas y causar problemas con el alcohol. El alcohol aumenta el riesgo de ansiedad, depresión, adicción y suicidio. Para las personas con enfermedades mentales y que beben en exceso, se ha descubierto que un consumo reducido tiene efectos positivos para la salud. El alcohol puede reducir la ansiedad a corto plazo, pero aumenta la ansiedad a largo plazo.
Un factor que contribuye al suicidio
Existe una fuerte relación causal entre el alcohol y el suicidio. Se estima que alrededor del 15% de todos los suicidios a nivel mundial son causados por el alcohol. Un análisis conjunto presentado en el informe también muestra que el riesgo de suicidio aumenta considerablemente entre los consumidores de alcohol, en comparación con los no consumidores. Se ha demostrado que las políticas restrictivas en materia de alcohol, dirigidas a poblaciones enteras, reducen el número de suicidios.
Cómo afecta el alcohol a tu cerebro
El informe destaca que el alcohol afecta a todas las funciones cerebrales y que perjudica, por ejemplo, la memoria y la capacidad intelectual. Además, el alcohol aumenta el riesgo de sufrir varias enfermedades y lesiones cerebrales, por ejemplo, el síndrome de alcoholismo fetal, accidentes, accidentes cerebrovasculares y demencia. Reducir o evitar el consumo de alcohol es un factor importante para preservar la salud del cerebro. Para lograrlo, se requieren medidas de política sobre el alcohol para reducir la contribución del alcohol a los problemas neurológicos, cognitivos y psiquiátricos a nivel de la población.
“Me complace ser coanfitrión del lanzamiento de este informe, ya que es mucho lo que se puede hacer en toda la UE en este ámbito de la política sanitaria preventiva. Al resaltar los efectos adversos del alcohol en la salud del cerebro, espero que una buena política pública pueda marcar el camino para una comercialización, etiquetado y venta de alcohol responsable”.
El Consejo Europeo del Cerebro: abordar los factores de riesgo modificables es fundamental
“El consumo de alcohol y las adicciones al alcohol pueden provocar daños cerebrales, a veces irreversibles (mala salud mental, depresión, ansiedad, psicosis, suicidio, daños relacionados con accidentes cerebrovasculares, por nombrar algunos).
Preservar la salud y el capital cerebral del individuo a lo largo de su vida, desde la preconcepción hasta la edad adulta, es un requisito previo para alcanzar el máximo potencial de cada individuo.
El consumo de alcohol es un factor de riesgo para una serie de afecciones cerebrales, tanto neurológicas como mentales. Abordar los factores de riesgo modificables que conducen a afecciones cerebrales es fundamental para fomentar la creatividad, el bienestar y la productividad del individuo y conducirá a resultados sociales y económicos positivos”.
IOGT-NTO – Las políticas sobre el alcohol deberían apuntar a reducir el consumo a nivel social
“Con este informe, nos complace crear conciencia sobre los efectos nocivos del alcohol en la salud del cerebro. Ahora hacemos un llamado a los responsables políticos europeos para que utilicen este recurso, junto con las buenas prácticas compartidas durante el lanzamiento, como base para políticas basadas en evidencia. Por tanto, esperamos que esto sea un medio para proteger a las generaciones futuras en toda la UE de los daños relacionados con el alcohol”.
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