El suicidio es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y en los EE. UU. más de 40.000 personas mueren por suicidio cada año (Centros para el Control de Enfermedades, 2016). Las causas del suicidio son complejas y no se comprenden completamente. Un factor de riesgo importante es tener un trastorno psiquiátrico; Las autopsias psicológicas y los estudios epidemiológicos indican que más del 90% de las personas que mueren por suicidio tienen una enfermedad psiquiátrica diagnosticable, en particular depresión mayor, trastorno bipolar o esquizofrenia (Cavanagh et al., 2003, Nordentoft et al., 2011). También se ha identificado que la adversidad de la vida, las características de personalidad como la impulsividad y el uso concurrente de sustancias aumentan el riesgo de suicidio (Dumais et al., 2005, Foster et al., 1999, Nordentoft et al., 2011). Los factores genéticos, independientemente de los asociados con los trastornos psiquiátricos, también pueden desempeñar un papel en el suicidio, pero aún no se han identificado genes con un efecto importante (Mullins et al., 2014).
Fuente: sciencediret.com
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