el periódico de la psicología. Dr. Carlos Cenalmor, psiquiatra. 15/06/2024. Barcelona
En el alpinismo hay ciertos materiales que te pueden salvar la vida.
Por ejemplo: los crampones, unos pinchos de acero que te pones en las botas para no resbalar en el hielo.
El arnés, para no matarte si te caes escalando
O el piolet, ese pico que sirve para escalar en hielo…y sobre todo para detenerte si te caes por una ladera nevada.
Y hay un dicho… que es más bien una regla de oro.
«Tienes que ponértelas antes de necesitarlos».
Una vez me pasó.
Me pasó que no me puse el equipo antes de tiempo.
Subiendo el Aneto, la montaña más alta de los Pirineos que está aquí en el valle, iba muy bien hasta que llegué a unos 3000 metros de altitud.
Por algún motivo, a esa altura empezó a hacer un viento muy fuerte que a las temperaturas que estábamos te helaba como un cuchillo.
Yo me detuve en una roca enorme que me protegía y como la nieve estaba blanda, pasé de ponerme los crampones (los pinchos de las botas).
Me daba pereza el fresquito que iba a pasar poniéndomelos y no los veía necesarios aún.
Pero fue un GRAN error.
Continúe el ascenso y de repente me encontré frente al corredor (pala de nieve entre las rocas) que quería escalar.
El corredor tenía una primera parte de hielo y roca.
Ahí me habrían venido muy bien los crampones.
Pero ya era tarde.
El frío y el viento habían ido a peor, y detenerse, quitarse los guantes y estar 10 minutos sentado poniéndome los crampones podía ser una sentencia de muerte.
O de congelaciones importantes.
No exagero.
La verdad es que me agobié. Tenía que tomar una decisión rápida, o incluso volverme por donde había venido.
Pero algo me impulsó a seguir para arriba.
Así generaría más calor corporal
Subí por el corredor solo con el piolet, los crampones en la mochila y la nieve estaba blanda hasta la cima, así que no hubo problema…también te digo que clavaba las botas como si no hubiera un mañana.
Cuando llegue al final de esa pala vertical de nieve…el viento se fue, me dio la bienvenida un sol espléndido y una de las mejores vistas que he tenido nunca.
Supongo que por la alegría.
Tenía hielo en la barba.
…¿Por qué te cuento todo esto?
Porque con el estrés pasa lo mismo.
Tendemos a aguantar, a decir «bueno, un poco más puedo seguir».
Sin crampones. Sin hacer cambios en mi vida. Sin ayuda.
Pero llega un momento en el que puedes perder el control, y la cosa no va a ser tan divertida.
Por eso si estás pensando en hacer algo, ahora es el mejor momento.
Si piensas que el veranito lo va a solucionar todo…que todas esas cosas que has intentado y que no han funcionado, de repente van a funcionar…solo te recuerdo esa regla de oro:
«ponte el equipo antes de que lo necesites, porque después puede ser tarde»
Y aquí tienes el mejor equipo (y nunca mejor dicho): Programa CIMA: www.carloscenalmor.com
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