Nuestros cerebros necesitan que acabemos con la contaminación plástica

¿Cómo podemos detener la crisis del plástico y acabar con la contaminación plástica de una vez por todas?

Instamos a todos los ciudadanos a participar en el Tratado Mundial sobre los Plásticos. Apreciamos el panel del Foro Económico Mundial de 2024 sobre el avance del Tratado Global sobre Plásticos, cuyo objetivo es desbloquear el cambio sistémico necesario para abordar la crisis del plástico y poner fin a la contaminación plástica de una vez por todas. 1 Como neurocientífico y nuevo padre (Eyre), y economista ambiental con nietos pequeños (Hilmi), estamos profundamente preocupados por el impacto potencial de los plásticos en nuestros cerebros. La evidencia aún está surgiendo, pero los primeros signos son preocupantes.

Estudios recientes, aunque preliminares, han demostrado que los micro y nanoplásticos pueden romper la barrera hematoencefálica, 2 inducir cambios en el comportamiento e inflamación en cerebros de ratones, 3 e incluso promover la agregación de α-sinucleína asociada a la enfermedad de Parkinson. 4 Reconocemos el trabajo líder de la Comisión Minderoo-Mónaco sobre Plásticos y Salud Humana y su revisión científica y de políticas integral de 2023 en este campo. 5 Estos hallazgos son alarmantes, especialmente si consideramos la ubicuidad del plástico en nuestro medio ambiente. Se encuentra en la cima del Monte Everest, en el fondo de la Fosa de las Marianas, en la leche materna de las mujeres y se encuentra en los cánceres cerebrales. Los científicos descubrieron recientemente entre 100 y 1000 veces más plásticos en el agua embotellada. 6

Nuestros cerebros son vitales para nuestra capacidad de pensar, sentir, recordar, ser resilientes, adaptarnos y prosperar, y vitales para nuestra capacidad de sostenernos en un mundo cada vez más turbulento. 7 Son cruciales para ayudarnos a comprender los desafíos que enfrentamos en un mundo que cambia a gran velocidad, para transformar nuestro comportamiento y crear nuevas soluciones a los desafíos globales.

La comunidad de salud cerebral, incluidos neurólogos, psiquiatras, neurocientíficos, psicólogos y grupos de pacientes, debe unirse detrás del próximo Tratado Mundial sobre Plásticos. Este tratado representa un importante avance de política público-privada, cuyo objetivo es regular la producción, el uso y la eliminación de plásticos en todo el mundo.

Como líderes en el campo de la salud cerebral, tenemos la responsabilidad de abogar por políticas que protejan nuestro órgano más vital. 8 La carga mundial de trastornos cerebrales ya supera la de las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. 9 Debemos crear conciencia sobre los posibles efectos neurotóxicos de los plásticos e impulsar más investigaciones en esta área.

Estamos particularmente preocupados por nuestros nuevos miembros respectivos de la familia. ¿Qué tipo de mundo heredarán si continuamos por el camino actual? El Mapa de Salud Plástica de la Fundación Minderoo ofrece un panorama aleccionador de la magnitud del problema. 10

Todavía estamos en las primeras etapas de comprensión de la relación entre los plásticos y el cerebro. Sin embargo, el principio de precaución dicta que debemos tomar medidas para mitigar los riesgos potenciales, incluso si aún no se conoce el alcance total de esos riesgos.

Reconocemos las recientes inversiones de filántropos australianos en el primer laboratorio sin plástico del mundo, lo que permite una investigación mucho mejor en ciencias del cerebro sin instrumentos que produzcan contaminantes plásticos.11

Al apoyar este Tratado, podemos ayudar a reducir la cantidad de plástico en nuestro medio ambiente y, potencialmente, proteger nuestros cerebros de sus efectos nocivos. Instamos a todas las partes interesadas a participar en el Tratado Mundial sobre los Plásticos. Trabajemos juntos para salvaguardar nuestros cerebros y garantizar un futuro más saludable para nuestros hijos.

El Dr. Eyre es investigador en salud cerebral en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice y asesor de la Asociación de Economistas Euromediterráneos. La Sra. Hilmi es directora de economía ambiental en el Centro de Ciencias de Mónaco y asesora de la Asociación de Economistas Euromediterráneos.

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