Impacto neurocognitivo de la diabetes tipo 2

Se calcula que la diabetes mellitus tipo 2 afecta a más de 400 millones de personas en todo el mundo. Y se espera que su incidencia continúe aumentando. Solo en los EE. UU., se prevé que afectará a casi una de cada tres personas para el año 2050 (Javeed, & Matveyenko, 2018).

La diabetes mellitus tipo 2 es un trastorno metabólico complejo causado por la interacción de diversos genes y el medio ambiente. Aunque, los factores genéticos desempeñan claramente un papel contribuyente en la enfermedad, los factores ambientales y epigenéticos parecen ser los principales contribuyentes al reciente aumento de la prevalencia de la enfermedad.

La diabetes mellitus tipo 2, se caracteriza por defectos en la secreción y la acción de la insulina que conducen a la hiperglucemia. De hecho, la hiperglucemia se utiliza para definir la presencia o ausencia de la enfermedad (Bock, et al. 2006).

Diabetes tipo 2
La diabetes mellitus se asocia con cambios en la cognición, específicamente, con:

El aprendizaje
La memoria
La flexibilidad mental
La velocidad mental
Varios estudios longitudinales basados en la población han demostrado que la diabetes mellitus tipo 2 promueve la demencia a través de vías cerebrovasculares y neurodegenerativas a través de la hiperglucemia, la hiperinsulinemia, el aumento del estrés oxidativo, la inflamación y mecanismos cerebrovasculares (Samaras, et al., 2020).

Con respecto al deterioro cognitivo en las personas mayores, se ha encontrado que la diabetes mellitus tipo 2 acelera dicho deterioro, específicamente, la asocian con:

Un volumen cerebral total más bajo
Más infartos
Un mayor volumen de hiperintensidad de la materia blanca en el cerebro
Por otra parte, los análisis transversales sugieren que un menor volumen de materia gris puede mediar sustancialmente en la asociación entre la diabetes mellitus tipo 2 y la función cognitiva (Cheng, et al., 2012).

Un ultimo estudio publicado en mayo del presente año, el cual fue realizado en el reino unido por Antal y colegas (2022), encontró que los déficits en el rendimiento cognitivo de las personas que tienen diabetes tipo 2, están acompañados por una marcada atrofia cerebral, específicamente una perdida de materia de gris en el cuerpo estriado ventral, una región fundamental para:

El aprendizaje
La toma de decisiones
El comportamiento dirigido a objetivos
El control cognitivo
Diabetes
Estas funciones cognitivas, conocidas colectivamente como funciones ejecutivas, fueron junto con la velocidad de procesamiento de la información, las más afectadas por la diabetes mellitus tipo 2.

Además, encontraron que la gravedad de la neurodegeneración para todas las regiones aumentó con una mayor duración de la enfermedad, independientemente del sexo. Sin embargo, encontraron que los hombres presentaron efectos más fuertes de deterioro cognitivo que las mujeres, lo cual puede estar relacionado con los efectos neuroprotectores de las hormonas femeninas como el estrógeno, ya que además de su papel como hormona sexual, el estrógeno afecta la estructura y función del sistema nervioso, el cual está protegido antes de la menopausia.

Por otro lado, el estudio también resalta que los cambios estructurales y funcionales asociados con la diabetes mellitus tipo 2, muestran una marcada superposición con los efectos que genera el envejecimiento relacionados con la edad, sin embargo, estos afectos aparecen antes.

Lo anterior sugiere que:

Los cambios neurocognitivos observados en la diabetes mellitus tipo 2 muestran que estos siguen un patrón del envejecimiento cerebral normal, sin embargo, el deterioro normal del cerebro se acelera en aproximadamente un 26 % en las personas con diabetes mellitus tipo 2, en comparación con las personas sin la enfermedad.
El envejecimiento cerebral normal puede ser un síndrome metabólico impulsado por una alteración en la señalización de la insulina cerebral y el metabolismo de la glucosa, los mismos procesos que, fuera del cerebro, están bien establecidos con respecto a la diabetes mellitus tipo 2.
Diagnóstico

A pesar de que, de que las alteraciones neurológicos debido a la diabetes mellitus tipo 2, se pueden observar años antes de que puedan ser detectados por marcadores periféricos, las modalidades de diagnóstico y los protocolos clínicos de rutina, generalmente, se enfocan en biomarcadores periféricos, por ejemplo, los niveles de glucosa e insulina en sangre y porcentaje de grasa corporal; por tanto, en el momento en que se diagnostica y trata la diabetes mellitus tipo 2 con medidas estándar, es muy probable que los pacientes ya hayan sufrido un daño cerebral irreversible (Antal, et al., 2022).

Tratamiento
Cuando la diabetes de tipo 2 no se trata, puede ocasionar problemas graves, como:
Ceguera
Daños renales y nerviosos
Afecciones cardiacas
Los medicamentos utilizados para tratar la diabetes mellitus tipo 2, disminuyen la tasa de deterioro cognitivo. Algunos estudios respaldan asociaciones beneficiosas con metformina, inhibidores de la dipeptidil peptidasa 4, agonistas del péptido 1 similar al glucagón, inhibidores de sodio del cotransportador de glucosa 2 y sulfonilureas o hipoglicemiantes orales que actúan estimulando la secreción de insulina por parte de las células del páncreas (Samaras, et al., 2020).
Estos medicamentos están disponibles como productos de un solo ingrediente y en formulaciones combinadas con otros fármacos como la metformina.
Con respecto a la metformina, los estudios epidemiológicos han encontrado asociaciones entre un menor riesgo de demencia, con una menor prevalencia de deterioro cognitivo y una mejor función cognitiva (Samaras, et al., 2020).

Es importante resaltar que el tratamiento farmacológico ofrece buenos resultados, sin embargo, este debe ir acompañado de una dieta adecuada y de ejercicio regular.
Dra. María Nancy Castrillón
www.nancycastrillon.com

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