El ciberacoso provoca ideas suicidas tanto a los acosadores como a las víctimas: uno de cada cuatro ciberacosadores reconocen haber intentado quitarse la vida alguna vez (un 24,9%), y en el caso de las cibervíctimas una de cada cinco (un 21,1%).
Son datos del I Estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso en España en la infancia y la adolescencia, realizado por Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense y la Fundación ColaCao. El trabajo está basado en una investigación, cuyo trabajo de campo se llevó a cabo en 2023, con la participación de casi 21.000 estudiantes entre 4ª de primaria y 4º de secundaria de las 17 comunidades autónomas.
“La relación entre el bullying y la ideación suicida es muy preocupante y exige una reflexión como sociedad. Es crucial ofrecer atención especial a los estudiantes que han sido víctimas, ayudándoles a mitigar las secuelas de su experiencia y acompañándoles en todo el proceso. Además, hemos de trabajar en las medidas de apoyo para los violentos, deben incluir el tratamiento de las dificultades emocionales que aumentan el riesgo de violencia hacia otros o hacia sí mismos”, reflexionó Javier Coromina, patrono de la Fundación ColaCao, con motivo de la presentación de este estudio, coincidiendo con el l Día internacional contra la Violencia Escolar, que se conmemora el 7 de noviembre.
“Los programas contra el acoso escolar deben prevenir también su actual extensión a través de dispositivos digitales, que aumentan su gravedad al hacer que las víctimas lo sufran de forma permanente y sin poder encontrar un lugar seguro que lo detenga, inhibe la empatía de quienes lo ejercen y potencia un anonimato e impunidad de graves consecuencias. Escuela y familias deben cooperar estrechamente en la lucha contra estas dos formas de acoso y necesitan la colaboración del resto de la sociedad”, explicó la doctora María José Díaz-Aguado, directora de la investigación y de la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid.
NO LO CUENTAN
El estudio también arroja otras pinceladas a tener en cuenta sobre el acoso y ciberacoso. De hecho, más de la mitad de las víctimas de ciberbullying no se lo cuentan a nadie. El silencio en las víctimas de ciberbullying (55%) es mayor que en el acoso escolar presencial (38%).
Las situaciones de ciberacoso más frecuentes según quienes las ejercen son: llamar por motes, difundir rumores, o criticar el aspecto físico y en cada aula hay un alumno que reconoce haber participado en los dos últimos meses en una situación de ciberacoso, con una frecuencia de mínimo dos o tres veces al mes.
En clave de género, las chicas sufren más ciberacoso (12,7%) que los chicos (8,7%). Asimismo, los chicos (5%) reconocen participar más en situaciones de ciberacoso que las chicas (3,6%).
Otros datos manifiestan que casi la mitad de víctimas de bullying (46,4%) también sufren ciberbullying, por lo que el sufrimiento se alarga más allá de las horas de asistencia al centro escolar.
Ante todo este panorama, los expertos consideran clave implicar a las familias en la prevención del acoso escolar y del ciberacoso, pues la calidad del apoyo y de la educación familiar reducen el riesgo de ejercer tanto ciberbullying como bullying.
(SERVIMEDIA)
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